CONSTANZA NIETO
27 febrero 2024
6 min. lectura
Artículos
Desde CANVAS venimos trabajando en rediseñar nuestra metodología para responder e ir más allá del nuevo enfoque de doble materialidad que plantea la Directiva Europea sobre información corporativa en sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés), junto con nuestra red de personas expertas colaboradoras en cadena de valor, estadística, sociología, auditoría y sostenibilidad.
Tras la publicación en julio de 2023 de la primera versión de la guía de implementación de la EFRAG para la doble materialidad, se han disipado las pocas dudas que quedaban al respecto: uno de los puntos clave de la nueva era en el reporte de la sostenibilidad pasa por contar con un estudio en profundidad y exhaustivo de cómo la empresa impacta en los grupos de interés y el planeta (materialidad de impacto) y qué riesgos y oportunidades de la sostenibilidad impactan en el negocio (materialidad financiera).
A partir de este enfoque, y con las recomendaciones tanto de la EFRAG como de los Estándares GRI como referencia, hemos trabajado con múltiples empresas a lo largo de 2023 en el desarrollo de sus estudios de doble materialidad.
A continuación, analizamos los principales aprendizajes de este primer ciclo de doble materialidad, así como algunos desafíos clave a los que las empresas deberán responder en los próximos años.
Por su proceso exhaustivo de identificación y evaluación de impactos, riesgos y oportunidades (IROs), el estudio de doble materialidad permite preparar el terreno para dar respuesta a otras normativas en proceso como la Directiva de Diligencia Debida (CS3D/CSDD).
Esta directiva (pendiente de aprobar) exigirá a las empresas mayor transparencia sobre sus impactos negativos, reales o potenciales, en el planeta y los derechos humanos a lo largo de toda su cadena de valor (ascendente y descendente). Independientemente de su aprobación, la EFRAG ha adoptado esta visión en el enfoque de materialidad de impacto. De hecho, la propia guía de la EFRAG recomienda que el alcance del estudio abarque toda la cadena de valor y ha publicado también una 84D0D2 en este ámbito.
En este sentido, la materialidad también tiene puntos de interacción con el Reglamento de Taxonomía. Este es el marco europeo para identificar las actividades económicas sostenibles en base a criterios técnicos que aseguran: que se contribuye de forma positiva a la conservación del medioambiente y que no se perjudica a los objetivos climáticos de la Unión Europea. Las empresas deberán divulgar, en el marco de la CSRD, los contenidos necesarios para reportar Taxonomía y cumplir con el Artículo 8 de este reglamento.
El proceso de reporte de la Taxonomía genera información clave para el estudio de doble materialidad y viceversa. Especialmente, a la hora de evaluar que no se produce daño significativo, con la identificación de posibles impactos negativos de las actividades elegibles. También en el requerimiento de llevar a cabo un proceso de debida diligencia en materia social que compruebe que las actividades elegibles no vulneran las garantías mínimas sociales.
A nivel sectorial, el Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (SFDR), que regula la clasificación de productos financieros de inversión, también puede ofrecer información detallada para definir los impactos que las organizaciones, en este caso financieras, generan en las personas y en el planeta a través de sus inversiones, clave para el proceso de materialidad de impacto.
Este punto lo hemos defendido y promovido en CANVAS desde hace años: un estudio de materialidad debe estar informado por personas expertas de las organizaciones, además de por sus grupos de interés clave.
Con la llegada de la materialidad financiera, esta implicación es más crítica que nunca. En concreto, a lo largo de 2023 hemos hecho partícipes, a través de grupos de trabajo y entrevistas, a áreas conocedoras de la visión financiera y de riesgos de la sostenibilidad.
La participación de las áreas financieras, de riesgos, riesgos climáticos o cumplimiento, han permitido dar forma a la materialidad financiera, en línea con las estrategias de riesgos generales de las organizaciones.
Aunque el principal motor de la visión de doble materialidad sea responder a los criterios de reporte, el proceso de análisis, colaboración y diálogo hacen que los resultados de este tipo de estudios sean cada vez más estratégicos y ofrezcan nuevas oportunidades para las organizaciones cuando se trata de diseñar sus estrategias de sostenibilidad.
Desde el análisis detallado de impactos, riesgos y oportunidades, hasta el estudio de las expectativas de los grupos de interés y la colaboración de áreas internas, se van generando insights fundamentales para el desarrollo estratégico y alineado con el negocio de la sostenibilidad.
El desarrollo de la materialidad financiera es uno de los puntos que más preocupan a las organizaciones, ya que se trata de un enfoque novedoso en el ámbito de la sostenibilidad y complejo por las dificultades de medir la vinculación entre riesgos y oportunidades de sostenibilidad y posiciones financieras.
En este sentido, el conocimiento y participación de las personas expertas en riesgos y finanzas es esencial. Y para ello, deben estar informados y formados sobre qué es la doble materialidad y qué se espera que analicen y reporten las empresas.
A lo largo de 2024, la sensibilización y formación a estas áreas y a la alta dirección en cuestiones de doble materialidad será fundamental para el correcto desarrollo de estos estudios.
Una vez finalizado el estudio de doble materialidad, definir cómo reportar y comunicar los resultados es fundamental.
Los requerimientos de los ESRS respecto a los contenidos de materialidad que se deben incluir en los informes de sostenibilidad vienen determinados por:
Pero más allá de ello, en el proceso de doble materialidad se genera información valiosa para facilitar a los grupos de interés comprender la estrategia de la organización y cómo responde a sus expectativas.
Para ello, las organizaciones deberán ser capaces de acercar estos resultados de forma comprensible a las personas usuarias de los informes.
En especial será de interés la información relativa a los principales impactos, tanto positivos como negativos, que genera o puede generar la empresa en las personas y el planeta. Poder trasladar esta información y cómo la compañía establece estrategias y acciones para mitigar sus impactos negativos, otorga a los informes de sostenibilidad un mayor interés y transparencia.
A la vista de la interacción que existe entre la doble materialidad, las normativas clave en sostenibilidad y la visión estratégica, las organizaciones deben incorporar en sus procesos de toma de decisiones, tengan o no que ver directamente con la sostenibilidad, la información resultante de este estudio.
Para la toma de decisiones informadas, los análisis de impactos, riesgos y oportunidades son una herramienta clave. El desafío será ser capaces de incorporarlo en los procesos de toma de decisiones internos, al mismo nivel que otras herramientas puramente financieras.
La materialidad ofrece una visión a largo plazo y una interacción entre las oportunidades o riesgos que una cuestión pueda significar para la empresa y cómo puedan afectar esas decisiones a los grupos de interés y al planeta.
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Directora de proyectos de sostenibilidad y comunicación. Lidera, coordina y desarrolla proyectos de consultoría y formación, impulsando la creación de...
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