Retos y oportunidades de la ética empresarial ante la COVID-19

Desde CANVAS Estrategias Sostenibles, y con la colaboración de Cristina Monge, publicamos en mayo de 2020 el Estudio Ética empresarial y Agenda 2030 en tiempos de COVID-19. Analizamos en detalle la visión de los expertos consultados en el Estudio, para definir los principales retos y oportunidades para la sostenibilidad en la era post COVID-19.

¿Una de las grandes conclusiones? Los cambios generados como consecuencia de la crisis pueden servir como estímulo para una nueva ética en las empresas y la revisión del propio sistema o, al contrario, pueden relegarla a un lugar secundario. El sector empresarial, como actor social esencial en la sociedad, cuenta con numerosos desafíos para la construcción de un entorno más digital, más social y más verde.

Compartimos algunos de los retos y las oportunidades para una nueva ética empresarial destacados por las expertas y expertos que han participado en el estudio con sus inestimables reflexiones y aportaciones, a los que queremos agradecer especialmente su colaboración: Roberto Ballester, Andrea Bonime-Blanc, Nieves García, Elena Pisonero, Cristina Sánchez, Pau Solanilla y Daniel Truran.

1. El propósito como guía decisoria y herramienta integradora

Durante esta crisis, el sector empresarial deberá enfrentarse a la ‘nueva normalidad’ con estrategias a largo plazo y medidas eficientes que ayuden a aliviar la situación, y que a su vez estén ligadas a su negocio y su propósito. Las empresas pueden encontrar en el propósito una guía que las inspire hacia la toma de decisiones, además de conseguir unir a las personas hacia una respuesta colectiva que sea consecuente con los valores que determinan ese propósito.

«Las comunidades de empresas con sentido y con impacto son las más resilientes, como han demostrado en el momento de la crisis más profunda. Las que mejor salen de ésta y de todas las crisis, donde el mejor talento querrá ir a ofrecer su mejor versión».

Daniel Truran, Director General de ebbf y B Corp Ambassador – B Lab Europe.

«Hay que reforzar la corriente ya en marcha de un capitalismo más inclusivo en el que las empresas cuenten con referencias claras para construir sus estrategias más alineadas con el propósito común».

Elena Pisonero, presidenta de Taldig y experta en liderazgo.

«El desarrollo sostenible estará íntimamente vinculado a la gestión de la reputación de las organizaciones. El capital relacional va a ser un requisito para mantener la licencia social para operar».

Pau Solanilla, director de sostenibles.org.

2. La Agenda 2030 y los ODS: respuesta ante los desafíos globales

Ante las apremiantes necesidades del mundo en estos momentos, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pueden ser la solución más eficaz. El impacto que han tenido las respuestas empresariales ante la COVID-19 se relacionan de forma directa con el desarrollo sostenible que plantea la Agenda 2030.

«Esta crisis ha puesto en valor la ética empresarial. Apostar por una visión sostenible basada en los Diez Principios y en la Agenda 2030 será una forma de consolidar la recuperación de las empresas, y por ende, de la sociedad. La reconstrucción se debe basar en una transición justa y en mantener el vínculo entre planeta, salud y economía».

Cristina Sánchez, Directora Ejecutiva de la Red Española del Pacto Mundial.

Es el momento para que el sector empresarial acelere sus esfuerzos en la consecución de un entorno en el que nadie quede atrás, e integrar los ODS dentro de la estrategia empresarial puede ser clave en la creación del impacto positivo que necesita nuestro mundo.

«Al reforzamiento de las prácticas de buen gobierno corporativo con medidas regulatorias importantes en los países más avanzados hay que añadir la corriente de capitalismo inclusivo, de realineamiento de la economía, las empresas y la sociedad (‘common purpose’) que consideraba los ODS como referencia».

Elena Pisonero, presidenta de Taldig y experta en liderazgo.

3. El liderazgo ético será decisivo para no volver al business as usual

El retorno al business as usual es uno de los riesgos más latentes tras la crisis de la COVID-19. Esto implica no adoptar cambios disruptivos por el miedo y la incertidumbre que ha generado una crisis como esta.

«Si había negocios y lideres que no pensaban sobre estos temas antes, ahora lo tienen que pensar y ven, quizás por primera vez, la relación directa e íntegra entre estos temas “intangibles” y el bottom line financiero, especialmente a través del impacto de la crisis en sus grupos de interés».

Andrea Bonime-Blanc, fundadora y CEO de GEC Risk Advisory Autora de ‘Gloom to Boom: How Leaders Transform Risk into Resilience and Value’.

Reflexionar acerca de la necesidad de innovar y repensar nuestro actual sistema es aprovechar la oportunidad que se deriva de esta crisis. En este contexto, se apela al diseño de nuevos modelos de gobernanza más sofisticados y participativos por parte de las empresas, liderados por personas capaces de impulsar cambios culturales en las organizaciones enfocados hacia la sostenibilidad.

«Resulta curioso escuchar tan poco la palabra ‘ética’ en la situación que estamos viviendo actualmente. Muchas empresas llevan a cabo acciones de compromiso con la sociedad, pero no se escucha que lo que se realiza sea resultado de su ‘compromiso ético’. Es decir, no es resultado de una integración o conciencia ética, o al menos no se conceptualiza de esta forma».

Roberto Ballester, Socio fundador de Felidarity.

«Estamos ante una oportunidad, pero no ante una evidencia de que las empresas serán mejores de lo que eran antes. No será suficiente con proclamar que hemos cambiado o que vamos a cambiar. Los valores y el propósito se acreditan con acciones».

Pau Solanilla, director de sostenibles.org.

4. Los trabajadores, un grupo de interés clave

El escenario de crisis económica y los altos niveles de desempleo del país pueden tener un alto impacto negativo para los trabajadores. En un momento en el que el significado del trabajo cambia, así como la relación con este, es necesario apostar por uno de los grupos de interés más importantes para la empresa: sus empleados.

«Se ha fortalecido el papel del trabajador dentro de los valores de la compañía. Desde el primer momento en el que se empezaron a anunciar las primeras cancelaciones de eventos como la del Mobile World Congress, el argumento principal era el de garantizar la salud de los trabajadores. Las empresas que no consideraran que su principal activo eran ellos van a tener que cambiar su perspectiva. Que tengan las competencias críticas necesarias para adaptarse a cualquier situación se ha convertido en “clave”.

Nieves García, Profesora titular de Organización de Empresas en la Universidad de Zaragoza.

En este sentido, apostar por aportarles nuevas competencias y formación suficiente puede no solo ayudar a la adaptación ante nuevos escenarios, sino que también mejorará el sentido de pertenencia tras una pandemia en la que el empleo, también el indirecto, se ha visto gravemente afectado.

«Por nuestro conocimiento, las acciones de trabajadores han sido lógicamente las primeras y más generalizadas, pero esperamos que, de cara a una reconstrucción, empiecen a abundar las dirigidas a proveedores, pues la cadena de suministro está identificada por UN Global Compact como uno de los grupos de interés más vulnerables. «.

Cristina Sánchez, Directora Ejecutiva de la Red Española del Pacto Mundial.

…¿Cómo hablamos de ética empresarial?

Entre los conceptos clave que mencionaron los expertos, podemos diferenciar una fórmula con tres ámbitos.

No queda duda de que la ética empresarial es hoy más importante que nunca para activar esa cultura resiliente y potenciar los valores y comportamientos necesarios para ello.

Si quieres conocer más acerca del compromiso de las empresas durante la pandemia consulta el Estudio completo: Ética empresarial y Agenda 2030 en tiempos de COVID-19.